Anotaciones de observación astronómica elemental

Siempre te recordaremos

 

La Estrella Polar

Publicado el 8 junio, 2010 por bitacoradegalileo

Polaris (Alpha Ursae Minoris o α UMi), también llamada Estrella Polar, es sin ningún género de dudas la estrella más afamada entre todas las del cielo nocturno. Supera en popularidad a Sirio, la más brillante, o a la cercana Alpha Centauri. Canopus o Arturo son más luminosas, pero no tan conocidas e igual ocurre con Vega o Capella. Rígel y Betelgeuse, las estrellas de Orión, pueden ser más bellas, pero ninguna de ellas ni de las anteriores es tan nombrada como Polaris. Incluso los residentes en el Hemisferio Sur, donde es imposible su observación, conocen perfectamente su existencia, y han oído hablar de ella largo y tendido.

Hasta los más jóvenes, y los más alejados de la ciencia astronómica, tienen noticia de ella, y existe una poderosa razón para que esto ocurra: Su cercanía al Polo Norte celeste es tal, que es identificada con ese punto cardinal, y utilizada como referencia para la orientación tanto por caminantes como por los navegantes desde tiempos muy antiguos. Polaris no coincide exactamente con el Polo Norte, sino que dista de él algo más de 40′ de arco, aunque sigue aproximándose paulatinamente. Su equivalente en el Polo Sur celeste, Sigma Octantis, es una estrella de quinta magnitud muy difícil de distinguir a simple vista.

La Estrella del Norte, como también se denomina a Polaris, está en la Osa Menor, una constelación boreal sólo visible en el Hemisferio Norte, pero observable en cualquier época del año, aunque carente de elementos interesantes desde un punto de vista astronómico. Pulsando en la imagen con el ratón se obtendrá una descripción animada de la constelación, con ampliación suficiente, aunque ninguna de sus estrellas ni de sus objetos de cielo profundo suscitan el interés de los aficionados, excepción hecha de la Estrella Polar.

De la Osa Mayor a la Estrella Polar

La constelación de la Osa Mayor, conocida como La Sartén o El Carro, va a prestarnos una gran ayuda para la localización de Polaris. Las dos estrellas opuestas al mango de La Sartén, es decir, Dubhe y Merak, nos van a servir para encontrarla con facilidad. Efectivamente, prolongando la línea que une ambas estrellas en dirección a Dubhe, la más brillante de las dos, unas cinco veces, llegamos a Polaris sin ninguna dificultad. Este recurso será muy útil para los excursionistas que se encuentren desorientados durante la noche, proporcionándoles la situación del Norte.

Por otro lado, la Estrella Polar es un centro de simetría radial entre la Osa Mayor y la constelación de Casiopea, que observamos en la figura con forma de «W» o de «M«; ambas se encontrarán siempre en situaciones opuestas con respecto al Polo Norte Celeste, representado por Polaris, alrededor del cual giran en el sentido contrario al de las agujas del reloj.

Observación según la latitud

La Estrella Polar es una estrella llamada no estacional, puesto que su observación no depende de la época del año, al estar siempre visible en el cielo nocturno. Para un observador situado en el ecuador de la Tierra, se verá justo en el horizonte, pero si se desplaza hacia el norte, Polaris irá ofreciendo una visión cada vez más alta en el cielo, de manera que si usted se situara en el Polo Norte terrestre, tendría a la estrella justo sobre su cabeza, en el cénit. Esto se traduce en que la Estrella Polar tendrá la misma altitud en el cielo que la latitud del lugar desde donde se observe. Si pulsa sobre la imagen podrá ver una animación de todo esto. En Cádiz, a 36º N de latitud, Polaris siempre se situará a esa altitud sobre el horizonte norte. Naturalmente, todo esto es sin perjuicio de la pequeña variación de algo más de 40′ de arco que sufre la estrella con respecto al Polo Norte celeste.

Tipología y características físicas

Polaris es una estrella triple, como veremos, cuya componente principal, Polaris A, es una supergigante amarilla de tipo espectral F7I, 45 veces más grande que nuestro Sol y 6 veces más masiva. Su magnitud visual, de +1.97, sufre alteraciones por tratarse de una variable pulsante, aunque en la actualidad parecen haber desaparecido casi por completo tales pulsaciones, manteniéndose su brillo sin fluctuaciones apreciables, lo que nos hace pensar que la actividad de fusión nuclear de Hidrógeno en Helio en el centro de la estrella ya ha terminado, o está a punto de acabar. La distancia al Sistema Solar es de unos 430 años-luz.

Polaris
Constelación Ursa Minor (Osa Menor)
Tipo espectral K7I
Clase Supergigante
Color Amarilla
Magnitud Visual +1.97
Distancia 430 años-luz
Radio 45 soles

El sistema consta en realidad de tres estrellas, como se puede observar en la siguiente recreación artística del STScI (Space Telescope Science Institute). Polaris B dista de la principal 18″ de arco, distancia angular suficiente para ser resuelta fácilmente con telescopios de aficionado. Es una enana blanco-amarillenta de octava magnitud, de la secuencia principal. Una tercera componente, inicialmente descubierta por espectroscopia, ha sido por fin resuelta por el HST (Telescopio Espacial Hubble), aunque para ello ha tenido que utilizarse toda la capacidad de resolución del aparato. Polaris Ab, que así se denomina a esta tercera estrella, resultó encontrarse a menos de dos décimas de segundo de arco de Polaris. Además, estamos hablando de una enana de la secuencia principal junto a una deslumbrante supergigante dos mil quinientas veces más brillante que nuestro Sol.

Precesión. La rotación de la Polar.

Los niños ya no juegan con peonzas, ni con nada que no sean sofisticados juguetes electrónicos producto de la tecnología más actualizada. Pero si lo hicieran, y tuvieran un par de segundos para observar el movimiento del juguete, verían a éste cabecear rítmicamente, con un acompasado bamboleo que a todos los que peinamos canas nos evoca multitud de recuerdos dulces y tiernas sensaciones. Qué tiempos…

Este movimiento de la peonza, de cabeceo, es el mismo que sufre la Tierra, y que los astrónomos llaman precesión. Más concretamente, se refieren a él como la precesión de los equinoccios, y es el causante de que el Polo Norte celeste (en realidad, ambos polos) cambie de ubicación cada cierto tiempo, apuntando a lugares distintos de la esfera celeste. Por esto, Polaris es ahora la Estrella Polar, pero ni lo fue en un pasado ni lo será en el futuro. O por mejor decir, dejará su puesto y volverá a ocuparlo al cabo de 25.780 años. Alpha Draconis, Vega, Deneb y Alderamin se turnarán sucesivamente como estrella polar antes de que Polaris vuelva a ostentar ese título.

Finalmente, veamos el movimiento de la esfera celeste alrededor de Polaris, que se pone de manifiesto en la siguiente fotografía de larga exposición:

Mitología

El gran Zeus se enamoró perdidamente de Calisto, la hermosa ninfa cazadora habitante de los bosques de Arcadia. El padre de los dioses sedujo a la ninfa, y ésta quedó embarazada. Al enterarse de lo sucedido Hera, esposa de Zeus, presa de los celos, la convirtió en oso.

Pasado el tiempo, Arkas, hijo de Calisto, también cazador, se topó cierto día con un oso y quiso matarlo, sin saber que era su madre. Zeus intervino y le reveló la verdad. Para que no volviera a ocurrir, Zeus tomó a Calisto, convertida en osa, de la cola y la lanzó hacia el cielo; también transformó a Arkas en oso y lo puso en el cielo junto a su madre para que le hiciera compañía. Arkas es la constelación de la Osa Menor y su madre, Calisto, la Osa Mayor.

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