Anotaciones de observación astronómica elemental

Siempre te recordaremos

 

14 al 19 de junio: Astronomía sin telescopio (II).

Publicado el 13 junio, 2010 por bitacoradegalileo

La primavera toca a su fin. El próximo 21 de junio, justamente a las 11:29 horas UTC, el Sol alcanzará su máxima declinación al norte del Ecuador, y en ese momento estará sobre el Trópico de Cáncer, dando inicio al verano en el Hemisferio Norte, y al invierno austral: Es el solsticio de Verano. Pero antes, aún dará tiempo a que la primavera nos regale algunas ocasiones de maravillarnos con el cielo. La semana que hoy inauguramos (el domingo es el primer día de la semana, según el DRAE) se presenta apasionante para el observador astronómico, incluso a los niveles más elementales, y en ausencia de los sofisticados instrumentos ópticos que usan los astrónomos. En el peor de los casos, requeriremos de unos binoculares para poder distinguir algunos objetos más tenues, o para combatir la contaminación lumínica. Figurará especificado en su caso.

La principal protagonista de todos estos días será la Luna que, en cuarto creciente y recién nacida (el sábado 12 a las 11:15 UTC ha sido el novilunio), irá aumentando tanto su brillo como su altitud día a día, «visitando» en su trayecto las proximidades de Venus primero (lunes y martes), Marte a continuación (miércoles y jueves) y por fin Saturno, al inicio del próximo fin de semana (viernes y sábado). También veremos cómo con Venus, aprovechará para «saludar» a M44, el delicioso cúmulo del Pesebre, en Cáncer, y a los dos brillantes gemelos, Cástor y Pólux; con Marte avistará a Regulus, la estrella Alpha Leonis (en la fotografía, entre Venus y la Luna), y a la vez que a Saturno (asimismo en la imagen, debajo) también podrá hacer compañía a Denébola (Beta Leonis), la cola de Leo. En el Hemisferio Sur, como veremos, también se observarán en la zona a Sirio y, sobre todo, a Procyon.

Todos estos astros resultan ser viejos conocidos del lector habitual de la bitácora, pero de cualquier manera, a Regulus y Denebola lo pueden encontrar descritos en el artículo sobre La constelación de Leo, Cástor y Pólux se encuentran en La constelación de Géminis, y los planetas Venus, Marte y Saturno en El Sistema Solar. Una descripción de M44, El Pesebre, puede verse en el artículo titulado Viernes 16, Astronomía sin telescopio. Todos ellos en esta misma bitácora.

Sí recordaremos el concepto de «Luz Cenicienta», por lo peculiar e ilustrativo del fenómeno. Se trata de la iluminación que muestra el satélite, en su parte nocturna y que por tanto tendría que ser invisible, consecuencia del reflejo de la luz que recibe de la «Tierra llena». Quiere esto decir que al estar la Luna casi enteramente en la oscuridad, la Tierra presenta a un eventual observador situado en el satélite el aspecto de estar iluminada por completo. Esto produce en la noche selenita un efecto parecido a nuestro crepúsculo, y es observable desde la Tierra con una tonalidad parecida a la ceniza, de donde proviene su nombre de «luz cenicienta». El fenómeno fue explicado por Leonardo da Vinci, que fue el primero en comprender su naturaleza, definiéndolo como «el reflejo de un reflejo» y es el aspecto que presentará la Luna principalmente mañana lunes 14.

Antes de iniciar sus observaciones, le ayudará notar la diferencia entre el brillo de los planetas y de las estrellas. Venus, Marte y Saturno ofrecerán un brillo constante, sin variaciones, a diferencia de las estrellas, cuyo brillo parpadeará, titilan en su luminosidad. Este dato será fundamental a la hora de distinguirlos en el cielo. No lo olvide.

Todas las cartas celestes que se ofrecen a continuación están realizadas con ayuda del programa Stellarium, y en ellas se especifica el día que corresponde a cada una. Comenzaremos por las 6 correspondientes al Hemisferio Norte, que están todas centradas en Cádiz, en el sur de España, a 36º 32′ de latitud Norte.

En esta primera carta, correspondiente al Lunes 14 (escribo en el mes de junio de 2010) he trazado las líneas correspondientes a las constelaciones de Géminis (debajo, a la derecha) y Leo (centro arriba). Venus está aún más alto que la Luna, que aparece con sólo 2 días de edad, y en la que debe observarse la «luz cenicienta».

En esta ocasión observamos el cielo del martes 15. La Luna ha crecido un poco, y su fracción iluminada supera el 15 %. Se alinea casi a la misma altura que Venus, y entre ellos está M44, el Pesebre, que se observará con ayuda de binoculares. A la derecha del planeta, Pólux y Cástor, las dos estrellas de Géminis.

El miércoles 16 la Luna está iluminada en un 25 %. Entre la Luna y Marte está Régulo, la estrella principal de Leo, y es un buen momento para comparar el brillo de la estrella con el del planeta, según se explicó con anterioridad.

El día 17, jueves, ya es muy ostensible el brillo del satélite, del que ya observamos un 35 %. A la derecha, Marte y, un poco más abajo, Régulo.

Vienes 18. El satélite se ha situado entre Saturno, arriba, y Marte, a su derecha. A pesar de que su superficie iluminada es del 47 % y su magnitud de -10, todavía es posible discernir ambos planetas si se dispone de cielos moderadamente oscuros. Denébola está a la derecha de Saturno.

El sábado día 19 la Luna ha superado el Cuarto Creciente, y presenta iluminada un 58 % de su superficie. Se ha situado en el suroeste y va ganando altura, abandonando la región. Las condiciones ya no son propicias para la observación. Seguramente, nos ha sabido a poco, pero pronto volveremos a alzar nuestra vista hacia los cielos.

Hemisferio Sur

A continuación se presentan las cartas celestes de los mismos días, pero correspondientes a la ciudad de Bahía Blanca (38º 43′ S), en el sur de la provincia de Buenos Aires (Argentina). Tres son los aspectos a tener en cuenta desde este observatorio: 1. Su carácter austral, cuya visión difiere de la boreal en 180 grados. 2. Su ubicación en el continente americano, con una diferencia horaria de 5 horas (en el caso de Argentina), lo que hace que la Luna se haya desplazado unos 2.5 grados con respecto a la posición que ocupaba en Cádiz; y 3. La Luna presenta forma de C en su cuarto creciente. Decimos que la Luna austral es «verdadera», mientras que la nuestra, la boreal, siempre miente, pues al crecer tiene forma de «D».

En esta primera carta, correspondiente al lunes 14, he dibujado, como en el caso boreal, los asterismos de Géminis y Leo, que ya evidencian su posición austral. Aparece Procyon y, algo más alejada, Sirio. La Luna está mucho más cerca de Venus. Justo en el oeste, el Cinturón de Orión («Las Tres Marías») está llegando a su ocaso.

Martes 15. La Luna ha ganado altura, pero en este caso lo hace hacia la derecha del observador. La fracción iluminada no difiere demasiado del caso boreal.

Miércoles 16. Es nuestro tercer día de observación, y Régulo (Alpha Leonis) vuelve a situarse entre la Luna y Marte. Recuerde el centelleo de las estrellas comparado con el brillo del planeta. Copérnico llamó a Regulus Cor Leonis, el Corazón del León.

Jueves 17. El satélite ya está a la misma altura que Denébola (Beta Leonis). El nombre de esta estrella significa «la Cola del León».

Viernes 18. La Luna se empareja con Saturno, el señor de los anillos. Pese a su cercanía con Denébola, este planeta se encuentra en realidad en la constelación de Virgo.

Sábado 19. Para poder ver a la Luna, he tenido que ampliar el campo de visión de la carta (FOV) desde 70.6º hasta 90º, pues el satélite ya ha abandonado la región. Además, su resplandor dificulta una enormidad la observación, y es hora de pensar en otra Luna… ¿Nos vamos al Luna Park?.

Mitología: Bóreas y Austros

En la Grecia clásica, Eolo es el Dios de los vientos, pero existen otros dioses menores según la procedencia del que sople en cada momento. Así, el viento del este era regido por el dios Euro, y Céfiro era el del oeste. Al dios del viento frío del norte se le conocía como Bóreas, de donde derivó boreal, y al del sur Notos, que en Roma pasó a ser Austros, que originó austral.

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