Anotaciones de observación astronómica elemental

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La constelación de Perseo

Publicado el 1 agosto, 2010 por bitacoradegalileo

El fascinante Doble Cúmulo estelar, o Mel 20, el amplio y brillante cúmulo abierto que rodea a Mirphak, estrellas dobles y variables, como Algol, «la endemoniada», el hermoso cúmulo M34 o el otro objeto Messier, M76 llamado «Pequeña nebulosa Dumbell» y otras nebulosas igualmente sorprendentes como la California, entre otros objetos, además de la más famosa lluvia de estrellas, las Perseidas, hacen de la Constelación de Perseo una de las más interesantes de todo el catálogo de la Unión Astronómica Internacional.

Perseo es una extensa constelación boreal (unos 600 grados cuadrados) que podemos considerar semi-circumpolar en las latitudes templadas del sur de España. Su declinación de 45º N hace que en ningún momento se ponga bajo el horizonte si se observa desde Centroeuropa o el norte de los Estados Unidos de América. Aparece sin embargo muy baja en ciudades como Bahía Blanca (Argentina) o Valdivia (Chile), alcanzando Algol un máximo de 11º sobre el horizonte y Mirphak no llega a 2º de altitud. Se sitúa al este de Casiopea y en el vecindario de Auriga. Está al norte de Tauro y Aries y es también vecina de Andrómeda, con lo que el interés de la región queda fuera de toda duda.

No puedo estar de acuerdo, por todo lo expuesto, con algunos que la definen como una constelación menor. Además, el Brazo de Perseo es la espira de la Vía Láctea que rodea al Sistema Solar y es el más grande de los cuatro brazos principales de la Galaxia, así es que se trata de una importante referencia para el estudio del cielo sobre todo en épocas otoñales e invernales, aunque podemos admirarla prácticamente durante todo el año. Mirphak, por ejemplo, permanece sobre el horizonte durante 21 de las 24 horas del día al observarla desde Cádiz, y algunos de sus objetos son puestos como ejemplo para el estudio de otros muy similares pero mucho menos notables. La región circundante también está repleta de objetos bien conocidos:

Repare el lector en las cuatro esquinas de esta interesante imagen: la superior izquierda muestra a la brillantísima estrella Capella (Alpha Aurigae); en la inferior, también a la izquierda, Las Pléyades (M45, en Tauro); a la derecha, debajo, la Galaxia de Andrómeda (M31) y por fin arriba a la derecha la Constelación de Casiopea. Mirphak (Alpha Persei) ocupa el centro de la mitad superior y entre ésta y aquélla, dentro de un círculo, se encuentra el Doble Cúmulo. Debajo de Mirphak, Algol (Beta Persei), «la estrella del Diablo».

Pasemos, sin más preámbulo, a conocer algunas de sus principales estrellas:

Mirphak o Mirfak (Alpha Persei) es la estrella más brillante de la constelación. Se trata de una supergigante blanco-amarillenta (tipo espectral F5I) de primera magnitud (Mv = +1.79) 62 veces mayor que el Sol y 8 veces más masiva. Situada a 600 años-luz de la Tierra, es el miembro más destacado del amplio cúmulo estelar Mel 20, más comúnmente conocido como Cúmulo de Alpha Persei, del que no la podemos disociar. Es un enorme cúmulo visible a ojo desnudo que ocupa un tamaño aparente superior a 3 grados de arco, muy joven, de unos 50 millones de años de antigüedad.

Mirphak
Constelación Perseo
Tipo espectral F5I
Clase Supergigante
Color Blanco-amarillenta
Magnitud Visual +1.79
Distancia 600 años-luz
Radio 62 soles

Algol (Beta Persei), la segunda estrella más brillante de la constelación de Perseo, es una interesantísima binaria eclipsante que ya fue objeto de un extenso artículo en esta misma bitácora, titulado ALGOL: «La estrella del Diablo». En ese trabajo publiqué un amplio informe sobre esta estrella, y aquí me limitaré a reproducir algunas de sus principales características. (La fotografía pertenece al artículo El cielo de la montaña).

Algol
Constelación Perseo
Tipo espectral B8V
Clase Secuencia principal
Color Blanco-azulada
Magnitud Visual 2.09/3.4 variable
Distancia 92 años-luz
Radio Similar al Sol

Menkib (Zeta Persei) es una estrella supergigante blanco-azulada, tipo espectral B1I que con magnitud visual de +2.85 es la tercera más brillante en Perseo. Al igual que Algol, es un sistema múltiple con una compañera a 12» de separación, pero con una débil magnitud de +9.16. Hay que evitar confundirla con Menchib (Xi Persei), una estrella de cuarta magnitud cercana a la Nebulosa California.

Menkib
Constelación Perseo
Tipo espectral B1I
Clase Supergigante
Color Blanco-azulada
Magnitud Visual +2.85
Distancia 980 años-luz
Radio 20 soles

Cielo Profundo

Ya vimos más arriba la variedad y cantidad de objetos de Cielo profundo que nos ofrece la Constelación de Perseo. Obviaremos aquí al Cúmulo de Alpha Persei, del que tuvimos noticia al estudiar a Mirphak, y a los menos notorios. Nuestro particular catálogo lo compondrán dos objetos Messier (M34 y M76), el espectacular Doble Cúmulo, cúmulo abierto y la Nebulosa California, no menos atrayente.

M34 es un brillante cúmulo abierto, situado en una solitaria región del borde de la Vía Láctea. Es un grupo de unas 100 estrellas, de las que al menos 20 tienen bastante brillo, con una dispersión aparente similar a la Luna llena (algo mayor según la apreciación de algunas fuentes). El cúmulo se sitúa a una distancia de 1.400 años-luz, y tiene una edad aproximada de 195 millones de años. Se localiza con facilidad a unos 5 grados al oeste de Algol.

El otro objeto del catálogo Messier de la Constelación es M76, una nebulosa planetaria conocida como Pequeña nebulosa Dumbell, por su parecido con M27 (en Vulpecula), la Dumbell verdadera. M76 es un objeto no demasiado brillante y resulta difícil de observar para telescopios modestos. Su distancia a nosotros es incierta, y se ha estimado en cifras que oscilan entre 1.700 y 8.000 años-luz.

El Cúmulo Doble de Perseo (h+χ Persei) es el más espectacular objeto de Cielo profundo de la constelación, y uno de los más hermosos de todo el cielo. Son visibles a ojo desnudo por lo que son conocidos desde la Antigüedad. Ocupan un tamaño aparente de 30′ cada uno, similar al de la Luna llena. Sus brillantes estrellas blanco-azuladas muestran la juventud de los dos cúmulos, en torno a 13 millones de años, y se sitúan a la distancia de 7.600 años-luz de la Tierra. Impresiona su visión con unos prismáticos o con ayuda de un pequeño telescopio.

Haremos, por último, una breve incursión por NGC1499, conocida como la Nebulosa California. Es una nebulosa de emisión cuya extensión, 160′ x 40′ de arco de tamaño aparente, diluye su brillo hasta convertirla en un objeto tenue. Imposible de distinguir a simple vista, se hace difícil su observación incluso con telescopios de 5 pulgadas, por lo que es aconsejable la fotografía con exposiciones largas para su estudio y contemplación. Su cercanía al cúmulo abierto de Las Pléyades facilita, sin embargo, su localización. Presenta un color rojizo debido al Hidrógeno ionizado que la compone. La distancia al Sol se ha estimado en unos 1.000 años-luz.

Lluvias de estrellas: Las Perseidas.

Cada año, entre los días 17 de julio y 24 agosto, la Tierra, en su viaje alrededor del Sol, atraviesa la zona por donde transitó el cometa Swift-Tuttle, dejando restos en forma de minúsculas partículas de polvo, que se queman al contacto con la atmósfera terrestre, a unos 100 km de altitud. Esto produce un fenómeno denominado Lluvia de meteoros, o Lluvia de estrellas, aunque en realidad, no lo son, pero que es un magnífico espectáculo sobre todo si usted se aleja de la ciudad. Observará entonces uno o dos meteoros por minuto. No es imprescindible, pero lo mejor es dirigir su mirada hacia el nordeste, que es donde se ubica la constelación de Perseo en esta época, durante la noche del 12 al 13 de agosto, que es cuando se produce la mayor actividad del fenómeno en este año. También es conocido como «Lágrimas de San Lorenzo», por producirse alrededor del santo de ese nombre (10 de agosto), muerto en la parrilla en ese día del año 258, víctima del Edicto del emperador Valeriano, que prohibía el culto cristiano. En los próximos días (no es una promesa) pretendo publicar un artículo mucho más completo sobre este afamado acontecimiento.

Mitología

Acrisio, rey de Argos, consultó al oráculo para saber si tendría hijos varones, pues sólo tenía una hija, llamada Dánae. La respuesta que obtuvo fue negativa, y además que su propio nieto le daría muerte. Para evitar que Dánae tuviera hijos, y así huir de la profecía, encerró a la doncella en una torre con puertas de bronce vigilada por perros salvajes. Pero Zeus se enamoró de la joven y, disfrazado de lluvia de monedas de oro, la poseyó. Dánae quedó encinta, y así nació Perseo, hijo de un dios y una mortal. Entre otras vicisitudes, Perseo dio muerte a la gorgona Medusa, a quien cortó la cabeza, para que ésta, con su mirada petrificara al monstruo marino Cetus, y poder salvar así a Andrómeda, con quien a continuación se desposó (Ver el artículo sobre la Galaxia de Andrómeda). De regreso a su país, en unos juegos atléticos, el disco que lanzó Perseo fue desviado por el viento y por los dioses, impactando en la cabeza de Acrisio, su abuelo, que se encontraba entre los espectadores, dando cumplimiento así a la profecía. Si el viento soplaba con la misma fuerza que lo hizo el levante en Cádiz estos días atrás, sobraba la ayuda de los dioses.

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marcianito
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